martes, 31 de julio de 2007



2 Reyes 12:
Joás comenzó a reinar siendo demasiado joven, a los siete años de edad; pero contó con el consejo, apoyo y dirección del sacerdote Joiada: "Y Joás hizo lo recto ante los ojos de Jehová todo el tiempo que le dirigió el sacerdote Joiada" (v. 2). Cuando elegimos correctamente nuestros consejeros, podremos hacer lo correcto ante El Señor y disfrutar así de Su bendición; como bien lo expresa el Salmo 37: 3- 6: "Confía en Jehová, y haz el bien; Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad. 4 Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón. 5 Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará. 6 Exhibirá tu justicia como la luz, Y tu derecho como el mediodía". Nuestra más segura fuente de consejo indudablemente es la palabra del Señor, y personas que nos aconsejen de acuerdo con los principios eternos que encontramos en ella: "Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; 2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. 3 Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará" (Salo 1: 1-3). La bendita palabra del Señor es la fuente inagotable de agua de vida para nosotros, que nos puede hacer fuertes, saludables y fructíferos en cada área de nuestra vida. Leerla diariamente, estudiarla y ponerla en práctica; como le dijo El Señor a Josué cuando estaba listo a iniciar la conquista de la tierra prometida: "Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien" (Josué 1: 8). Así podemos vivir "a la manera de Dios".

lunes, 30 de julio de 2007



2 Reyes 11:
El deseo de poder llevó al asesinato de la descendencia del rey Ocozías en el reino de Judá: únicamente uno de los hijos del rey (Joás), se salvó gracias a la intervención de su tía Josaba. Durante seis años reinó Atalía, la madre de Ocozías. En el séptimo año un valiente sacerdote llamado Joiada, organizó a un grupo de oficiales para preparar la coronación de Joás como rey. Ya coronado el rey y muerta Atalía, Joiada dirigió al pueblo y al rey a hacer pacto con El Señor: "Entonces Joiada hizo pacto entre Jehová y el rey y el pueblo, que serían pueblo de Jehová; y asimismo entre el rey y el pueblo" (v. 17). Hoy más que nunca debemos ser hombres y mujeres que como Joiada, hagamos pacto con Dios y llevemos a nuestras familias y a nuestra nación a hacerlo: "seremos pueblo de Jehová", lo amaremos, le serviremos, seremos fieles a Él, le daremos el primer lugar. Esto requiere de valor, compromiso y determinación; pero vale la pena y es indispensable y urgente; si es que queremos la restauración de nuestras naciones. Esa restauración es posible únicamente, si inicia con cada individuo, con cada familia, impactando luego la sociedad. Una revolución espiritual profunda y verdadera, mucho más que simple religión; que produzca transformación de la manera de pensar, de relacionarnos, que genere reconciliación en los hogares, que lleve a volver a los verdaderos valores. Como en el caso de Joiada y el pueblo de Judá en aquel entonces, esto debe incluir la destrucción de los falsos cultos, el engaño, la corrupción, la injusticia (el culto al dinero, a la promiscuidad, al ocultismo, etc.). "Coronar al verdadero Rey", a Jesús, como rey de nuestras vidas, de nuestras familias y de nuestras naciones; es nuestro reto, nuestra misión y nuestra responsabilidad hoy.

viernes, 27 de julio de 2007


2 Reyes 10:
La misión de Jehú no fue fácil ni agradable, ya que consistió en exterminar la descendencia de Acab y Jezabel. Puede parecer demasiado cruel, si no se tienen presentes los antecedentes de la maldad de esta pareja de reyes de Israel, la manera como llevaron al extremo la maldad en sus vidas, y en su desempeño público como gobernantes. Sus acciones, su culto idólatra, el paganismo, la hechicería; se convirtieron en un verdadero "cáncer" que debía ser extirpado definitivamente. Había sido demasiado el dolor, la ruina, la pobreza, que habían traído a la nación como resultado de su desobediencia a Dios. También debemos tener en cuenta que ellos habían recibido incontables advertencias y amonestaciones de parte de Dios por medio de los profetas. En la epístola a los Romanos capítulo 6, versículo 23 dice: "Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro". Es la razón por la que el Señor Jesús vino a dar su vida en la cruz; llevar nuestras culpas, pagar nuestra deuda, llevar nuestro dolor, y rescatarnos de nuestro pecado: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3: 16)

miércoles, 25 de julio de 2007

2 Reyes 9:
El Señor eligió a Jehú como rey de Israel y como el encargado de aplicar Su juicio sobre el rey más malvado que tuvo la nación (Acab) y su esposa Jezabel. Una de las mentiras que muchos creen, es que se puede hacer lo malo sin asumir las consecuencias. La verdad es que siempre se cumple lo que dice la Escritura: lo que sembramos, eso recogemos; no podemos burlarnos de Dios. Acab y Jezabel desbordaron los límites de la maldad, llevando a Israel a una época oscura en la que el culto a falsos dioses, la hechicería y el paganismo se generalizaron: trayendo como consecuencia la sequía, la derrota, el hambre. Puede parecer muy fuerte el juicio y la manera como murió Jezabel: "Y él les dijo: Echadla abajo. Y ellos la echaron; y parte de su sangre salpicó en la pared, y en los caballos; y él la atropelló. 34 Entró luego, y después que comió y bebió, dijo: Id ahora a ver a aquella maldita, y sepultadla, pues es hija de rey. 35 Pero cuando fueron para sepultarla, no hallaron de ella más que la calavera, y los pies, y las palmas de las manos. 36 Y volvieron, y se lo dijeron. Y él dijo: Esta es la palabra de Dios la cual él habló por medio de su siervo Elías tisbita, diciendo: En la heredad de Jezreel comerán los perros las carnes de Jezabel, 37 y el cuerpo de Jezabel será como estiércol sobre la faz de la tierra en la heredad de Jezreel, de manera que nadie pueda decir: Esta es Jezabel" (v. 33- 37). Pero la verdad es que Dios tuvo demasiada paciencia con ella y con su marido Acab, advirtiéndoles repetidas veces por medio de Elías y otros profetas, por medio de las mismas consecuencias como la sequía, y ellos no quisieron arrepentirse. Como le dijo Jehú a Joram, el hijo de Jezabel: "¿Qué paz, con las fornicaciones de Jezabel tu madre, y sus muchas hechicerías?" (v. 22). La maldad de esta mujer y su marido, había traído graves consecuencias sobre toda una nación; así que El Señor mostró Su amor ejecutando un juicio justo.

sábado, 21 de julio de 2007

2 Reyes 8:
El profeta Eliseo anunció a la mujer sunamita que venían siete años de hambre en Israel, y le recomendó que se fuera a vivir temporalmete en otro país. La mujer atendió el consejo y se fue a vivir en tierra de los filisteos. Al regresar fue a solicitar al rey que sus tierras le fueran devueltas, justo en el momento en que el siervo de Eliseo (Giezi), le estaba contando al rey sobre el milagro que El Señor había hecho al resucitar al hijo de esta mujer. Definitavamente nada fue casualidad; al contrario, vemos cómo El Señor tiene conocimiento anticipado y absoluto de las situaciones, así como control de todo. Así que al revelar al profeta lo que ocurriría y lo que debía hacer la mujer, le permitió a ella pasar por una época difícil, enfrentar una gran crisis, salir adelante en un momento angustioso; experimentando la dirección y la ayuda sobrenatural de Dios: "Entonces el rey ordenó a un oficial, al cual dijo: Hazle devolver todas las cosas que eran suyas, y todos los frutos de sus tierras desde el día que dejó el país hasta ahora" (v. 6). El Señor promete en su palabra que estará con nosotros, que nos guardará, que nos proveerá y ayudará. Podemos creer a Sus promesas pero necesitamos aprender a dejarnos guiar por Él, oír Su voz, obedecer a Sus consejos; para disfrutar de todos los beneficios que Él tiene para nosotros. En Juan 10: 10 dice: "El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia". Por la obra redentora del Señor Jesús en la cruz, hoy tenemos victoria sobre "el ladrón" (Satanás), y podemos recibir de vuelta todo lo que nos robó en el pasado; salud, libertad, bienes materiales, paz, familia, trabajo, etc.

jueves, 19 de julio de 2007


2 Reyes 7:
La ciudad de Samaria estaba sitiada por los sirios llevando a sus habitantes a una situación desesperada, al punto de que, por el hambre, dos mujeres habían acordado comerse un día el hijo de una, y al día siguiente el hijo de la otra. Dios no queria que su pueblo pasara por esta clase de sufrimientos y por eso les advirtió en Deuteronomio 28: 15- 68, sobre las consecuencias de no obedecer los principios que les dio en la Escritura. En el versículo 57 (Deuteronomio 28) dice: "al recién nacido que sale de entre sus pies, y a sus hijos que diere a luz; pues los comerá ocultamente, por la carencia de todo, en el asedio y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en tus ciudades". El profeta Eliseo anunció que esa situación terminaría el día siguiente, de una manera sobrenatural: "Oíd palabra de Jehová: Así dijo Jehová: Mañana a estas horas valdrá el seah de flor de harina un siclo, y dos seahs de cebada un siclo, a la puerta de Samaria" (v. 1). Esto se cumplió, cuando Él hizo huir a los sirios haciéndoles oír como si un gran ejército viniera a atacarlos: "Porque Jehová había hecho que en el campamento de los sirios se oyese estruendo de carros, ruido de caballos, y estrépito de gran ejército; y se dijeron unos a otros: He aquí, el rey de Israel ha tomado a sueldo contra nosotros a los reyes de los heteos y a los reyes de los egipcios, para que vengan contra nosotros. 7 Y así se levantaron y huyeron al anochecer, abandonando sus tiendas, sus caballos, sus asnos, y el campamento como estaba; y habían huido para salvar sus vidas" ( v. 6, 7). El resultado fue que los habitantes de Samaria, no solamente fueron librados del sitio de la ciudad y la amenaza de muerte, sino que también pudieron saquear el campamento abandonado de los sirios que estaba lleno de alimentos y tesoros. Esto hizo que los precios de la comida viajaran de un día para otro, de una manera que nadie pudo imaginar. Cuando Eliseo anunció que esto ocurriría (v. 1), un príncipe expresó su incredulidad: "Y un príncipe sobre cuyo brazo el rey se apoyaba, respondió al varón de Dios, y dijo: Si Jehová hiciese ahora ventanas en el cielo, ¿sería esto así? Y él dijo: He aquí tú lo verás con tus ojos, mas no comerás de ello" (v. 2). Seguramente nos parezca imposible que la realidad económica y social de nuestro país pueda cambiar en forma rápida y completa, mejorando la forma de vida de las familias, trayendo prosperidad y desarrollo; pero Dios promete que esto puede ocurrir mucho más rápido de lo que nos podamos imaginar: "si se humilla mi pueblo sobre el cual es invocado mi nombre, si oran y buscan mi rostro y se vuelven de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra" (2 Crónicas 7: 14).

miércoles, 18 de julio de 2007



2 Reyes 6:

"No, rey señor mío, sino que el profeta Eliseo está en Israel, el cual declara al rey de Israel las palabras que tú hablas en tu cámara más secreta" (v. 12). El Señor revelaba al profeta Eliseo las cosas que hablaba el rey de Siria en secreto, de manera que él podía hacer saber al rey de Israel los planes y decisiones de sus enemigos. La Escritura dice que nuestra lucha no es contra "carne y sangre", es decir, no es una lucha natural contra personas; es una lucha espiritual y sobrenatural, que debemos enfrentar con armas espirituales y sobrenaturales. Esto mismo es lo que vemos cuando Eliseo se convierte en un factor determinante y decisivo en la guerra que tenía Israel en ese entonces. La revelación de Dios es un factor muy importante en esta lucha espiritual que tenemos, para poder actuar acertada y oportunamente, para poder tomar las decisiones adecuadas, para estar preparados para los ataques del enemigo, para poder conquistar y vencer en cada batalla. El Salmo 139 dice: "Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. 2 Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos. 3 Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos. 4 Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda. 5 Detrás y delante me rodeaste, Y sobre mí pusiste tu mano. 6 Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; Alto es, no lo puedo comprender. 7 ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? 8 Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. 9 Si tomare las alas del alba Y habitare en el extremo del mar, 10 aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra. 11 Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; aun la noche resplandecerá alrededor de mí. 12 Aun las tinieblas no encubren de ti, Y la noche resplandece como el día; lo mismo te son las tinieblas que la luz" (v. 1-12). No podemos escondernos del Señor y no hay nada que esté oculto a Sus ojos, y Él quiere revelarnos lo necesario para hacer Su voluntad y para hacer frente a nuestra lucha diaria. Pero necesitamos que Él "abra nuestros ojos" como el siervo de Eliseo: "Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo" (v. 17). Cuando Él abre nuestros ojos también descubrimos que Sus recursos para nosotros son ilimitados y sobrenaturales y entonces podemos confiar en Sus promesas y en Su amor, actuar acertadamente y con paz en nuestro corazón.

martes, 17 de julio de 2007


2 Reyes 5:
Eliseo fue el sucesor del profeta Elías, y definitivamente no era fácil asumir el reto de dar continuidad, a un ministerio poderoso y ungido por el Espíritu de Dios; como lo fue el de este gran profeta. Una de las características del ministerio de Eliseo fue la operación de milagros, como la sanidad del general sirio que nos relata este capítulo. Aquí encontramos varios personajes que contrastan entre ellos; como la muchacha que había sido llevada cautiva desde Israel, y servía a la esposa de Naamán. Ella sabía que solamente el Dios de Israel podía sanar a su jefe, tenía una visión espiritual sencilla pero clara: "Esta dijo a su señora: Si rogase mi señor al profeta que está en Samaria, él lo sanaría de su lepra" (v. 3). Al contrario el rey de Israel, cuando recibe la carta del rey de Siria pidiéndole que sane a Naamán, se confunde, se enoja, reacciona evidenciando lo que podríamos llamar "miopía espiritual": "Luego que el rey de Israel leyó las cartas, rasgó sus vestidos, y dijo: ¿Soy yo Dios, que mate y dé vida, para que éste envíe a mí a que sane un hombre de su lepra? Considerad ahora, y ved cómo busca ocasión contra mí" (v. 7). Entonces aparece en escena el profeta Eliseo, quien evidentemente tenía una clara percepción espiritual, que le permitía oír la voz de Dios, recibir revelación de las cosas que solamente El Señor conocía, de las cosas que Él quería que hiciera: "Cuando Eliseo el varón de Dios oyó que el rey de Israel había rasgado sus vestidos, envió a decir al rey: ¿Por qué has rasgado tus vestidos? Venga ahora a mí, y sabrá que hay profeta en Israel" (v. 8). El relato se centra en la experiencia de sanidad de Naamán, quien por poco pierde la oportunidad preciosa que Dios puso en su camino, debido a la lucha con su lógica y razonamiento; que lo hicieron enojar cuando Eliseo le mandó hacer algo que humanamente no tenía sentido: Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo: " y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaurará, y serás limpio. 11 Y Naamán se fue enojado, diciendo: He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará el lugar, y sanará la lepra. 12 Abana y Farfar, ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? Si me lavare en ellos, ¿no seré también limpio? Y se volvió, y se fue enojado" (v. 10- 12). Muchas veces nos encontramos luchando internamente con nuestras dudas, con nuestros esquemas mentales; que nos dificultan aceptar y creer que un Dios sobrenatural y todopoderoso, puede hacer cosas sobrenaturales y hacerlas "a Su manera". La mayoría de las veces, en Su palabra El Señor nos muestra que debemos hacer cosas sencillas pero determinantes, tomar decisiones, obedecer normas, practicar principios; que no siempre entendemos, que no siempre nos gustan, que no siempre nos parecen lógicas. Pero la verdad es que siempre que seguimos Su dirección, que aceptamos Su consejo, que confiamos en Su amor; experimentamos como Naamán, el poder sanador, liberador y transformador del Dios del cielo. Necesitamos "sumergirnos" las veces que sean necesarias en el agua viva y fresca de Su Espíritu, por medio de la oración, en Su palabra, en la comunión íntima y permanente con Él; para ser lavados y sanados. Naamán conoció al Dios verdadero y se convirtió a Él, por medio de esta experiencia: "Porque de aquí en adelante tu siervo no sacrificará holocausto ni ofrecerá sacrificio a otros dioses, sino a Jehová" (v. 17). Cuando recibimos las bendiciones, respuestas y milagros del Señor, ¿nos quedamos abrazando esas bendiciones?. Debemos agradecerle al Señor por esas bendiciones, disfrutarlas y compartirlas con los demás; pero no quedarnos apegados a ellas, sino a Él que es quien las da. Finalmente encontramos en la historia a Giezi, el siervo de Eliseo, quien dejó ver la mayor "miopía espiritual" al buscar un beneficio personal, sacar partido de la situación, obtener bienes materiales aprovechando la oportunidad. Actuó como cualquier oportunista, que piensa que estar en una posición privilegiada, tener una habilidad especial, o el potencial para hacer algo por los demás; es simplemente la ocasión para sacar "tajada", enriquecerse, tomar ventaja. La lepra de Naamán se le pasó a Giezi, manifestando en su cuerpo lo que ya había ocurrido en su alma y en su espíritu: se había "contaminado" con la infección de la "lepra" de la ambición, del egoísmo, de la mentira, del fraude, del chantaje, del soborno. Cuidemos nuestro corazón de la contaminación de actitudes como la de Giezi.

sábado, 7 de julio de 2007

1 Reyes 4:
En este capítulo encontramos el relato de algunos de los milagros que hizo el Señor por medio del profeta Eliseo. Primero, una viuda necesitada le pide ayuda para pagar las deudas que estaban a punto de llevar a dos de sus hijos a convertirse en siervos de los acreedores. Entonces el profeta le dio instrucciones para que llenara vasijas vacías con un poco de aceite que le quedaba: "Y se fue la mujer, y cerró la puerta encerrándose ella y sus hijos; y ellos le traían las vasijas, y ella echaba del aceite. 6 Cuando las vasijas estuvieron llenas, dijo a un hijo suyo: Tráeme aún otras vasijas. Y él dijo: No hay más vasijas. Entonces cesó el aceite. 7 Vino ella luego, y lo contó al varón de Dios, el cual dijo: Ve y vende el aceite, y paga a tus acreedores; y tú y tus hijos vivid de lo que quede" . Luego, una mujer importante que no tenía hijos; quedó embarazada y recibió su hijo milagrosamente. Este hijo murió y fue resucitado por la oración de Eliseo: "Después subió y se tendió sobre el niño, poniendo su boca sobre la boca de él, y sus ojos sobre sus ojos, y sus manos sobre las manos suyas; así se tendió sobre él, y el cuerpo del niño entró en calor. 35 Volviéndose luego, se paseó por la casa a una y otra parte, y después subió, y se tendió sobre él nuevamente, y el niño estornudó siete veces, y abrió sus ojos. 36 Entonces llamó él a Giezi, y le dijo: Llama a esta sunamita. Y él la llamó. Y entrando ella, él le dijo: Toma tu hijo". Después, un potaje envenenado fue purificado y lo pudieron comer sin peligro alguno. Finalmente, veinte panes fueron multiplicados para que comieran cien hombres y sobró. La vida de Eliseo se caracterizó por el poder de Dios que operaba en él y por medio de él para hacer grandes milagros, así como ocurrió con la de Elías. Es un gran ejemplo de cómo el liderazgo, la entrega a Dios, la vida de fe y obediencia, y el poder de Dios para ministrar a los necesitados y obrar milagros; se transmitieron de un líder (Elías) a su discípulo (Eliseo). Esa es precisamente la orden y también la promesa del Señor Jesús, poco antes de ascender al cielo en Mateo 28: 18-20: "Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén".

viernes, 6 de julio de 2007

2 Reyes 3:
Los reyes de Judá, Isreal y Edom se unieron para enfrentar a los moabitas. Uno de ellos era un hombre de Dios: Josafat (rey de Judá). En la misma circunstancia de dificultad por no tener agua, en el mismo lugar, en el mismo tiempo; Josafat respondió a la presión de una manera completamente diferente, ya que "consultó al Señor". Buscó un profeta para oír la voz de Dios, Su consejo y dirección: "Mas Josafat dijo: ¿No hay aquí profeta de Jehová, para que consultemos a Jehová por medio de él? Y uno de los siervos del rey de Israel respondió y dijo: Aquí está Eliseo hijo de Safat, que servía a Elías" (v. 11). Esta era la costumbre de este rey, y es la de todos aquellos que conocemos al Señor y hemos descubierto la maravillosa realidad, de que Dios no es simplemente religión o una idea. A Dios se le puede conocer, buscar y consultar. Dios habla, responde, dirige a su pueblo.
"Entonces Eliseo dijo al rey de Israel: ¿Qué tengo yo contigo? Ve a los profetas de tu padre, y a los profetas de tu madre. Y el rey de Israel le respondió: No; porque Jehová ha reunido a estos tres reyes para entregarlos en manos de los moabitas. 14 Y Eliseo dijo: Vive Jehová de los ejércitos, en cuya presencia estoy, que si no tuviese respeto al rostro de Josafat rey de Judá, no te mirara a ti, ni te viera" (v. 13, 14). Eran dos reyes con vestiduras similares, estaban juntos en el mismo lugar, enfrentaban la misma guerra. ¿Por qué el profeta Eliseo muestra respeto hacia Josafat y no hacia Joram?. Porque Eliseo respetaba los principios, la fe, la obediencia a Dios, la justicia, la santidad, el temor de Dios. Hoy la mayoría de personas respetan el dinero, la posición social, los logros y la apariencia externa; si importar si esas posiciones, esos logros y dinero se han conseguido con engaños, trampas o injusticias. Si queremos un cambio en nuestra sociedad, si queremos un futuro bueno y esperanza para nuestro hijos, neesitamos aprender a respetar lo que respetaba Eliseo.

jueves, 5 de julio de 2007

2 Reyes 2:
Los últimos momentos de la vida de un hombre excepcional, el profeta Elías; fueron compartidos por el sucesor elegido por Dios: Eliseo. Es de resaltar la actitud y determinación de Eliseo: "Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré" (v. 4). La perseverancia es una cualidad del carácter que necesitamos desarrollar los seres humanos en nuestra vida, especialmente si queremos asumir nuestra responsabilidad como líderes en la familia, la iglesia y la sociedad. Perseverar en lo bueno, en nuestros valores, en los principios de la palabra de Dios, en seguir e imitar la fe de aquellos a quienes Dios a puesto para que nos enseñen y nos guíen; como lo hizo Eliseo en este pasaje de la Escritura. Gracias a esta determinación, Eliseo fue testigo y protagonista de uno de los eventos más extraordinarios de la historia: un hombre fue ¡levantado en vida al cielo!. Indudablemente que este evento es el final que Dios escogió, para la vida de un hombre que decidió caminar con Él y agradarle. Le sirvió fielmente invirtiendo su vida en los propósitos eternos del Señor. ¿En qué estamos invirtiendo nuestras vidas?, ¿cómo terminaremos nuestra carrera?, ¿es nuestra vida agradable a Dios y útil a Sus propósitos?. Elías dejó una huella de bendición imborrable en la historia de Israel y del mundo. Fueron muchas las vidas que recibieron su positiva y poderosa influencia. Hoy somos nosotros los llamados a imitar el ejemplo de hombres cómo Elías. Tal vez hoy preguntemos como Eliseo: ¿Dónde está Jehová, el Dios de Elías? (v. 14), ¿dónde está el Dios que hace maravillas, que interviene sobrenaturalmente en la historia de personas, familias y naciones?, ¿dónde está cuando quisiéramos que intervenga en la realidad del mundo actual y aparentemente no lo hace?. La respuesta que recibiríamos a esta pregunta, es la que da Marcos Vidal en su canción "buscadme y viviréis": ¿dónde están los hombre como Elías?, ¿dónde están los hombres y mujeres que como el joven pastor, enfrentan los gigantes?, ¿dónde están los sucesores de Josué?, ¿dónde están esas mujeres consagradas como Ester?. El Dios de Elías y de todos aquellos hombres y mujeres extraordinarios, que impactaron el mundo de sus respectivas épocas, está vivo y actuando hoy; pero como siempre, lo hace por medio de los hombres y mujeres que decidimos servirlo, amarlo y obedecerle.

miércoles, 4 de julio de 2007

2 Reyes 1:

"Entonces el ángel de Jehová habló a Elías tisbita, diciendo: Levántate, y sube a encontrarte con los mensajeros del rey de Samaria, y diles: ¿No hay Dios en Israel, que vais a consultar a Baal-zebub dios de Ecrón?" (v. 3). El rey Ocozías estaba enfermo y mandó a consultar a un dios pagano sobre su enfermedad. El Señor entonces envió al profeta Elías a interponerse a los mensajeros del rey. ¿No hay Dios en el cielo y en la tierra que los seres humanos levantan falsos dioses, prácticas y cultos extraños?. Hoy vemos como proliferan gran diversidad de creencias y prácticas, que evidencian la búsqueda del hombre por lo espiritual. El hombre moderno con todo el desarrollo del conocimiento, la tecnología y las comunicaciones; sigue experimentando la necesidad de algo que llene su vacío interior. Es la necesidad que sólo puede llenar el verdadero Dios. Esta búsqueda de lo espiritual en el lugar equivocado, como en el caso del rey Ocozías; lleva a la muerte. En la epístola a los Romanos capítulo 6, versículo 23 dice: "Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro". Muerte espiritual, que consiste en la separación de la única fuente vida; Dios y su palabra. Muerte física por la enfermedad, por la violencia, muerte de las relaciones, muerte de la familia. Hoy más que nunca debemos y podemos oír y responder a las palabras de Jesús: "...yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia" (Juan 10: 10b). Creer en Jesús como nuestro único Salvador y Señor, aceptarlo en nuestro corazón entregando nuestra vida a Él sinceramente, practicar Su palabra; es la esperanza de verdadera vida, restauración, sanidad y liberación: "Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" (Juan 8: 31, 32).

martes, 3 de julio de 2007

1 Reyes 22:
Josafat fue rey de Judá en la misma época en que Acab reinó en Israel. Fue un excelente rey, temeroso de Dios, hizo lo bueno ante Él; pero cometió el error de asociarse con Acab. El Salmo 1 versículo 1 dice: "Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado". Por esta razón estuvo a punto de morir en una guerra que no era suya (v. 32, 33). Una de las cualidades más importantes que podemos aprender de Josafat, es la costumbre de consultar al Señor sobre lo que debemos hacer: Dijo luego Josafat al rey de Israel: "Yo te ruego que consultes hoy la palabra de Jehová" (v. 5). Cuando los profetas que tenía contratados Acab para le dijeran lo que él quería, les decían que fueran a la guerra, que triunfarían; Josafat tuvo el discernimiento suficiente para entender que no estaban hablando inspirados por Dios, así que la dijo a Acab: "¿Hay aún aquí algún profeta de Jehová, por el cual consultemos?" (v. 7). Cuando nos acostumbramos a escuchar al Señor, aprendemos a distinguir su voz. Pero es igualmente importante que actuemos de acuerdo con lo que Él nos habla. En este caso Josafat y Acab fueron a la guerra a pesar de la advertencia del Señor.
Ya en la batalla, Acab creyó que con su astucia y engaño podía burlarse de Dios: "Y el rey de Israel dijo a Josafat: Yo me disfrazaré, y entraré en la batalla; y tú ponte tus vestidos. Y el rey de Israel se disfrazó, y entró en la batalla" (v. 30). Pero estaba equivocado. No podemos escondernos de Dios, no podemos escondernos de las consecuencias de nuestras decisiones. Esto fue lo que ocurrió: "Y un hombre disparó su arco a la ventura e hirió al rey de Israel por entre las junturas de la armadura, por lo que dijo él a su cochero: Da la vuelta, y sácame del campo, pues estoy herido. 35 Pero la batalla había arreciado aquel día, y el rey estuvo en su carro delante de los sirios, y a la tarde murió; y la sangre de la herida corría por el fondo del carro" (v. 34, 35). Es lo que dice la Escritura: Dios no puede ser burlado, lo que sembramos eso cosecharemos.

lunes, 2 de julio de 2007

1 Reyes 21:
El rey Acab quería la viña de su vecino Nabot, así que le propuso cambiársela por otra "mejor" ó comprársela. Nabot se negó dirigido por sus convicciones, basadas en el principio establecido por Dios de que la tierra no debía venderse, ya que era la heredad que debía pasar de generación en generación, como fuente de sustento para las familias. Entonces Acab reaccionó como un niño caprichoso, hizo una "rabieta" por no poder tener "lo quería". La esposa de Acab, por su parte, tramó todo un plan macabro, para que su marido tuviera lo que quería. Ordenó que se acusara falsamente a Nabot, para lo apedrearan y muriera; permitiendo así que la viña pudiera ser para Acab.
¡Cuántas injusticias, violencia, robos, asesinatos y otras maldades se cometen diariamente por la misma razón!. Adultos actuando como niños inmaduros, egoístas y caprichosos; queriendo satisfacer sus deseos a toda costa, a menudo sin importar que inocentes sufran las consecuencias. Cuántos niños maltratados y abusados por adultos, cuántas esposas maltratadas física o verbalmente por los hombres que deberían protegerlas y amarlas. Cuántas familias de bajos recursos que se empobrecen cada día más por el abuso de ricos y poderosos que los explotan porque quieren cada día más. Nuestra naturaleza egoísta no tiene límites cuando nos alejamos del Señor, de Su amor y los principios de su palabra; dejándonos llevar por los deseos desordenados, produciendo desastres personales, familiares y sociales.
El problema no era que Acab no tuviera una viña, tenía mejores y por eso le ofreció a Nabot "una mejor" (v. 2). También tenía dinero en abundancia pero no estaba contento. Abusó de su poder, de su posición que según la Escritura; debía usar para bien de los menos favorecidos, pero los usó para su propio beneficio.
Por otro lado, mirando el ejemplo de Nabot debemos preguntarnos, ¿qué estamos dispuestos a entregar o sacrificar por nuestras convicciones y principios. ¿Los negociamos fácilmente, o estamos dispuestos a hacerlos valer?. Nabot prefirió entregar su vida, ¿qué preferimos nosotros?.
También debemos notar la intervención del Señor, enviando al profeta a Elías a confrontar a Acab (v. 17-26). Dios juzgó esta maldad, intervino amonestando a Acab por medio de Elías, quien actuó correctamente cumpliendo su papel de profeta, al ponerse en contra de la maldad.