1 Samuel 25:
25.2-11 Nabal se negó con rudeza a la petición de David para que alimentara a sus seiscientos hombres. Si simpatizamos con Nabal es porque hoy en día las costumbres son muy diferentes. Primero, la simple hospitalidad demandaba que se alimentara a los viajeros sin importar su número. Nabal era muy rico y fácilmente podría haber afrontado la petición de David. Segundo, David no pedía limosna. Él y sus hombres habían estado protegiendo la fuerza de trabajo de Nabal y parte de su prosperidad se la debía a la vigilancia de David. Debemos recompensar a quienes nos protegen y ayudan a prosperar, aun si no estamos obligados a hacerlo por la ley ni por la costumbre.
25.24 David no estaba de buen humor cuando salió rumbo a la propiedad de Nabal (25.13, 22). No obstante, se detuvo a escuchar las palabras de Abigail. Si le hubiera hecho caso omiso, hubiera sido culpable de tomar venganza con sus manos. No importa si pensamos que tenemos toda la razón, siempre debemos ser cuidadosos para detenernos y escuchar lo que los demás tienen que decir. A la larga, el tiempo y el esfuerzo extra pueden ahorrarnos mucho dolor y problemas.
25.36 Debido a que Nabal estaba ebrio, Abigail esperó hasta la mañana siguiente para decirle lo que había hecho. Sabía que Nabal, en su borrachera, podría no comprenderla o bien reaccionaría de manera necia. Cuando hay asuntos difíciles de discusión, sobre todo entre los miembros de la familia, el tiempo adecuado es lo más importante. Pida a Dios sabiduría para encontrar el mejor momento para enfrentarlos y más aún sin son delicados.
Algunos hombres no se merecen a sus esposas. Abigail fue quizás la mejor mujer que Nabal pudo alguna vez tener y obtuvo más de lo que negoció cuando hizo los arreglos para casarse con ella. Abigail era hermosa y más capaz que él para manejar su riqueza. Pero Nabal no tomaba en cuenta a su esposa.
A pesar de sus reveses, la familia de Nabal hizo lo que pudo para mantenerlo lejos de los problemas. Esta lealtad debió haberla inspirado Abigail. Si bien su cultura y su esposo la consideraban de poco valor, ella utilizó la mayor parte de sus habilidades y oportunidades. A David le impresionó sus habilidades. Y cuando Nabal murió, se casó con ella.
Abigail fue una excelente consejera para los dos hombres de su vida, trabajó muy duro para evitar que hicieran cosas sin pensar. Por sus acciones rápidas y negociaciones astutas, evitó que David se vengara de Nabal. Tuvo la visión del panorama completo y permitió la gran intervención de Dios.
¿Ve usted, al igual que Abigail, más allá de la presente crisis? ¿Observa, como ella, el cuadro completo? ¿Utiliza sus habilidades para promover la paz? ¿Es leal sin por ello ser ciego? ¿Qué reto o responsabilidad enfrenta hoy que necesite una persona bajo el control de Dios?
Barton, Dr. Bruce B., Editore, Biblia del Diario Vivir, (Nashville, TN: Editorial Caribe) 2000, c1996.