Josafat fue rey de Judá en la misma época en que Acab reinó en Israel. Fue un excelente rey, temeroso de Dios, hizo lo bueno ante Él; pero cometió el error de asociarse con Acab. El Salmo 1 versículo 1 dice: "Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado". Por esta razón estuvo a punto de morir en una guerra que no era suya (v. 32, 33). Una de las cualidades más importantes que podemos aprender de Josafat, es la costumbre de consultar al Señor sobre lo que debemos hacer: Dijo luego Josafat al rey de Israel: "Yo te ruego que consultes hoy la palabra de Jehová" (v. 5). Cuando los profetas que tenía contratados Acab para le dijeran lo que él quería, les decían que fueran a la guerra, que triunfarían; Josafat tuvo el discernimiento suficiente para entender que no estaban hablando inspirados por Dios, así que la dijo a Acab: "¿Hay aún aquí algún profeta de Jehová, por el cual consultemos?" (v. 7). Cuando nos acostumbramos a escuchar al Señor, aprendemos a distinguir su voz. Pero es igualmente importante que actuemos de acuerdo con lo que Él nos habla. En este caso Josafat y Acab fueron a la guerra a pesar de la advertencia del Señor.
Ya en la batalla, Acab creyó que con su astucia y engaño podía burlarse de Dios: "Y el rey de Israel dijo a Josafat: Yo me disfrazaré, y entraré en la batalla; y tú ponte tus vestidos. Y el rey de Israel se disfrazó, y entró en la batalla" (v. 30). Pero estaba equivocado. No podemos escondernos de Dios, no podemos escondernos de las consecuencias de nuestras decisiones. Esto fue lo que ocurrió: "Y un hombre disparó su arco a la ventura e hirió al rey de Israel por entre las junturas de la armadura, por lo que dijo él a su cochero: Da la vuelta, y sácame del campo, pues estoy herido. 35 Pero la batalla había arreciado aquel día, y el rey estuvo en su carro delante de los sirios, y a la tarde murió; y la sangre de la herida corría por el fondo del carro" (v. 34, 35). Es lo que dice la Escritura: Dios no puede ser burlado, lo que sembramos eso cosecharemos.