jueves, 15 de marzo de 2007

Jueces 11:
Un hombre que no tenía mucho a su favor para llegar a ser un líder, alguien que pudiera asumir el desafío de guiar a su pueblo en momentos difíciles. Jefté era hijo de una prostituta, fue rechazado por su familia. Pero también resalta la Escritura dos características importantes en él; era esforzado y valeroso. Las dos cosas que le pidió El Señor a Josué repetidas veces, "esfuérzate y sé valiente". Hoy es difícil encontrar estas características, en un mundo donde se busca más lo rápido y fácil. En la misma iglesia hay la tendencia a buscar experiencias rápidas, puntuales, que no impliquen mucho esfuerzo ni compromiso. Debemos romper esa tendencia.
Dios le dio una gran victoria a Jefté, pero él cometió un gran error: hacer un voto que Dios no le estaba pidiendo y que además era contrario a Su voluntad. Ofrecer en sacrificio a una persona por la victoria. Dios no nos pide esa clase de ofrendas, las aborrece. Él nos pide una entrega del corazón, una vida para él sirviendo a los demás.