Jueces 13:
El pueblo había vuelto a pecar contra Dios y los filisteos los oprimieron por 40 años. Dios decidió darle un hijo a una pareja que no podía tener hijos para que fuera el libertador de Israel. Dios Padre envió a Su Hijo para liberarnos de la esclavitud bajo la cual el diablo nos tenía; y nos convirtió en Sus instrumentos para dar a conocer esta libertad a otros para que también sean libres
El Señor le habló a una mujer que era estéril, prometió darle un hijo que iba a ser consagrado al servicio de Dios y lograría la liberación de su pueblo. Era determinante que siguieran las directrices que el ángel del Señor les dio.
Así como Sansón, Dios quiere que cada uno de nosotros vivamos consagrados, apartados para Él y dedicados a Él. Esto no es solamente para los dedicados a la obra de Dios exclusivamente. En nuestra profesión, en nuestra ocupación cualquiera que sea: podemos y necesitamos consagrarnos (vivir para Él).