martes, 25 de septiembre de 2007



Campaña 100 días de avivamiento, día 10:
Tito 1: 1- 15:
El buen fruto en el cristiano significa, pensamientos, actitudes, palabras y acciones que agradan al Señor, y que edifican nuestras vidas. En este capítulo de su carta a Tito, el apóstol Pablo enseña sobre las actitudes correctas hacia los gobernantes y autoridades (sujetarnos), hacia todos los hombres (no ser pendencieros, ser amables, mostrar mansedumbre). Esto es posible para nosotros, aunque en nuestra vida sin Cristo eramos "insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros" (v. 3); porque El Señor nos salvó no solamente de la condenación eterna, sino también de esa manera de vivir sin sentido; por medio de su obra: "sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, 6 el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, 7 para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna" (v. 5- 7). Esta maravillosa realidad es la que nos permite vivir hoy dando buen fruto, es decir practicando las buenas obras en El Señor: "para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres" (v. 8), "Y aprendan también los nuestros a ocuparse en buenas obras para los casos de necesidad, para que no sean sin fruto" (v. 14).

"1.1 Pablo escribió esta carta en el lapso entre su primera y segunda prisión en Roma (antes escribió 2 Timoteo) para asesorar a Tito en su labor con las iglesias en la isla de Creta. Pablo había visitado Creta con Tito y lo dejó allí para ministrar (1.5). Creta fue un centro de entrenamiento para los soldados romanos. Por lo tanto, hubo una considerable influencia pagana en esta isla pequeña. Por esta razón, la iglesia en Creta necesitó un liderazgo sólido.1.1 En una frase corta, Pablo nos da una percepción clara de su razón para vivir. Se llama a sí mismo un siervo (o esclavo) de Dios, esto es, uno que está dedicado a obedecer a Dios. Esta obediencia lo condujo a usar su vida para predicar el mensaje de Cristo. ¿Cómo describiría usted su propósito en la vida? ¿A qué ofrece su devoción? Para mayor información relacionada con Pablo, véase en Hechos 9.1.1 Pablo se autotitulaba «apóstol». Aunque no había sido uno de los primeros doce, Dios lo comisionó para llevar las buenas nuevas a los gentiles (véase en Hechos 9.1–16 los detalles de su llamado). La palabra apóstol significa enviado. «Escogido de Dios» se refiere a la elección de Dios por su pueblo, la Iglesia.
1.2 Aparentemente, la mentira era algo muy común en Creta (1.12). Pablo deja en claro al comenzar de que Dios no miente. El fundamento de nuestra fe es confiar en la persona de Dios. Porque Él es verdad, es la fuente de toda verdad y no puede mentir. Creer en Él nos conduce a la piedad, un estilo de vida honorable (1.1). La vida eterna que Dios ha prometido será nuestra porque Él cumple con sus promesas. Construya su fe sobre el fundamento del Dios confiable, el que nunca miente.
1.3 Dios es llamado «nuestro Salvador» (1.3), tal como sucedió con Jesucristo (1.4). «Dios» se refiere al Padre. Jesús cumplió con la obra de salvación al morir por nuestros pecados y por lo tanto es nuestro Salvador. Dios planeó la obra de salvación y el perdón de nuestros pecados. Tanto el Padre como el Hijo actuaron para salvarnos de nuestros pecados.
1.4 Tito, un griego, fue uno de los colaboradores de Pablo en el que más confió y del que más dependió. Pablo envió a Tito a Corinto en varias misiones especiales para ayudar a la iglesia en sus problemas (2 Corintios 7; 8). Pablo y Tito también viajaron juntos a Jerusalén (Gálatas 2.3) y a Creta (1.5). Pablo dejó a Tito allí para que guiara en su desarrollo a las nuevas iglesias sobre la isla. La última vez que Pablo menciona a Tito es en 2 Timoteo 4.10, su última carta registrada. Tito tenía la habilidad para liderar, por lo tanto Pablo le dio la responsabilidad de conducir, alentándolo a que usara bien sus habilidades.
1.5 Creta, una isla pequeña en el Mar Mediterráneo, tenía una población numerosa de judíos. Las iglesias allí probablemente fueron fundadas por judíos de Creta, los que habían estado en Jerusalén durante Pentecostés (Hechos 2.11) mucho más de treinta años antes de que Pablo escribiera esta carta.1.5 El trabajo que faltaba era establecer una correcta enseñanza y establecer ancianos en cada ciudad.1.5 Pablo había elegido ancianos en varias iglesias (Hechos 14.23). Él no podía permanecer en cada una de ellas, pero conocía que estas nuevas iglesias necesitaban un sólido liderazgo espiritual. Estos hombres guiaron las iglesias enseñando la sana doctrina, ayudaron a los creyentes a madurar espiritualmente y los equiparon para vivir por Jesús a pesar de la oposición.1.5–9 Pablo describe brevemente las cualidades que un anciano debiera tener. Él había dado instrucciones similares a Timoteo para que las aplicara en la iglesia de Éfeso (véanse 1 Timoteo 3.1–7; 5.22). Note que gran parte de las cualidades tiene que ver con el carácter de los ancianos, no con su conocimiento o habilidad. La forma de vida de una persona y sus relaciones es una ventana abierta para ver su carácter. Considere estas cualidades a medida que usted evalúa a una persona para una posición de liderazgo. Si bien es cierto que es importante tener un anciano o un pastor que pueda predicar con efectividad la Palabra de Dios, es aún mucho más importante tener a uno que pueda vivir la Palabra de Dios y ser un ejemplo para que otros lo puedan seguir".
(Biblia del diario vivir)