Engaños, intimidación y sobornos; fueron algunas de las estratégias que utilizaron los enemigos del pueblo de Dios, para que se detuviera Su obra: "vinieron a Zorobabel y a los jefes de casas paternas, y les dijeron: Edificaremos con vosotros, porque como vosotros buscamos a vuestro Dios, y a él ofrecemos sacrificios desde los días de Esar-hadón rey de Asiria, que nos hizo venir aquí. 3 Zorobabel, Jesúa, y los demás jefes de casas paternas de Israel dijeron: No nos conviene edificar con vosotros casa a nuestro Dios, sino que nosotros solos la edificaremos a Jehová Dios de Israel, como nos mandó el rey Ciro, rey de Persia. 4 Pero el pueblo de la tierra intimidó al pueblo de Judá, y lo atemorizó para que no edificara. 5 Sobornaron además contra ellos a los consejeros para frustrar sus propósitos, todo el tiempo de Ciro rey de Persia y hasta el reinado de Darío rey de Persia. 6 Y en el reinado de Asuero, en el principio de su reinado, escribieron acusaciones contra los habitantes de Judá y de Jerusalén" (v. 2-5). Siempre encontraremos opososición cuando nos decidimos a trbajar activamente en la obra del Señor, tendremos que esforzarnos y luchar, necesitaremos estar alerta y discernir la mentiras y artimañas que pretenderán detenernos. Luego, usando la influencia humana, enviaron una carta llena de mentiras al rey Artajerjes, y lograron que diera la orden de detener la obra: "Entonces, cuando la copia de la carta del rey Artajerjes fue leída delante de Rehum, y de Simsai secretario y sus compañeros, fueron apresuradamente a Jerusalén a los judíos, y les hicieron cesar con poder y violencia. 24 Entonces cesó la obra de la casa de Dios que estaba en Jerusalén, y quedó suspendida hasta el año segundo del reinado de Darío rey de Persia" (v. 23, 24).
"4.1–3 Los enemigos de Judá y Benjamín eran personas que habían sido reubicadas en el reino del norte cuando Asiria conquistó Israel (véase 2 Reyes 17 y la nota a 3.3). En un intento por infiltrarse e interrumpir el proyecto, ofrecieron ayudar en el proyecto de reconstrucción. Querían vigilar de cerca lo que los judíos estaban haciendo. Esperaban evitar que Jerusalén volviera a ser fuerte. Sin embargo, los judíos descubrieron su maniobra. Tal sociedad con no creyentes hubiera tentado al pueblo de Dios a comprometer su fe.
4.1–6 Los creyentes pueden esperar oposición cuando llevan a cabo la obra de Dios (2 Timoteo 3.12). Los no creyentes y las fuerzas espirituales del mal siempre están trabajando en contra de Dios y de su pueblo. La oposición puede ofrecer alianzas comprometedoras (4.2), esfuerzos para desalentarnos e intimidarnos (4.4, 5) o acusaciones injustas (4.6). Si usted espera estas tácticas, no lo van a detener. Siga adelante con la obra que Dios ha planeado para usted y confíe en que Él le mostrará el camino para superar los obstáculos.
4.2 Estos enemigos afirmaban adorar al mismo Dios que Zorobabel y el resto de los judíos. En un sentido, esto era cierto, adoraban a Dios pero también a una multitud de otros dioses (véase 2 Reyes 17.27–29, 32–34, 41). A los ojos de Dios, esto no era adoración, sino pecado y rebelión. La verdadera adoración significa devoción únicamente a Dios (Éxodo 20.3–5). Para estos extranjeros, Dios era sólo otro «ídolo» para añadir a su colección. Su motivo real era interrumpir el proyecto del templo. Los creyentes de la actualidad deben tener cuidado de aquellos que proclaman ser cristianos pero cuyas acciones revelan claramente que usan al cristianismo sólo para su propio beneficio.
4.4, 5 El desaliento y el temor son dos de los más grandes obstáculos para completar la obra de Dios. Muy a menudo se aparecen donde y cuando menos se les espera. El desaliento se devora nuestras motivaciones y el temor nos paraliza a tal punto que nos impide actuar. Reconozca estas barreras comunes. Recuerde que el pueblo de Dios en todas las épocas tuvo que enfrentar estos problemas, y con la ayuda de Dios, pudo vencerlos. Al estar firmes junto con otros creyentes, usted puede vencer el temor y el desaliento, y completar la voluntad de Dios" (Biblia del diario vivir)