2 Reyes 25:
El último rey de Judá fue derrotado: "Degollaron a los hijos de Sedequías en presencia suya, y a Sedequías le sacaron los ojos, y atado con cadenas lo llevaron a Babilonia" (v. 7). Demasiados hombres y mujeres que deberían estar viviendo el plan de Dios para sus vidas, desarrollando su potencial, construyendo sus vidas, familias y nación; están siendo derrotados hoy por sus propias debilidades, por las presiones de la cultura, por el reino de las tinieblas que domina el mundo actual. Algunos han tenido que presenciar como Sedequías, la destrucción de sus hijos por las drogas, el alcohol, la promiscuidad; otros han perdido la visión y han sido encadenados espiritualmente. Esto no debería estar ocurriendo, ya que hace dos mil años El Señor pagó el precio de nuestra libertad y salvación, para darnos "vida en abundancia". Su obra en la cruz fue completa y definitiva, y si hoy decidimos entregarle nuestras vidas, disfrutaremos esa libertad y esa vida que el vino a ofrecernos.
El último rey de Judá fue derrotado: "Degollaron a los hijos de Sedequías en presencia suya, y a Sedequías le sacaron los ojos, y atado con cadenas lo llevaron a Babilonia" (v. 7). Demasiados hombres y mujeres que deberían estar viviendo el plan de Dios para sus vidas, desarrollando su potencial, construyendo sus vidas, familias y nación; están siendo derrotados hoy por sus propias debilidades, por las presiones de la cultura, por el reino de las tinieblas que domina el mundo actual. Algunos han tenido que presenciar como Sedequías, la destrucción de sus hijos por las drogas, el alcohol, la promiscuidad; otros han perdido la visión y han sido encadenados espiritualmente. Esto no debería estar ocurriendo, ya que hace dos mil años El Señor pagó el precio de nuestra libertad y salvación, para darnos "vida en abundancia". Su obra en la cruz fue completa y definitiva, y si hoy decidimos entregarle nuestras vidas, disfrutaremos esa libertad y esa vida que el vino a ofrecernos.
"25.1 Judá fue invadida por los babilonios tres veces (24.1; 24.10; 25.1), al igual que Israel fue invadido por los asirios en tres ocasiones. Una vez más, Dios mostró su misericordia frente al castigo merecido al dar al pueblo repetidas oportunidades para que se arrepintiera. 25.21 Judá, al igual que Israel, fue infiel a Dios. Dios, como lo había advertido, permitió que Judá fuera destruida y llevada en cautiverio (Deuteronomio 28). El libro de Lamentaciones registra el sufrimiento del profeta Jeremías al ver a Jerusalén destruida.
25.22-30 Esta historia ilustra cómo se fue la última esperanza que tenía Israel de recuperar su tierra, aun sus oficiales del ejército (que ahora eran guerrilleros rebeldes) habían huido. El reino terrenal de Judá fue totalmente demolido, pero a través de los profetas Ezequiel y Daniel, que también estaban cautivos, Dios pudo mantener su reino espiritual en los corazones de muchos de los exilados" (Biblia del diario vivir).
25.22-30 Esta historia ilustra cómo se fue la última esperanza que tenía Israel de recuperar su tierra, aun sus oficiales del ejército (que ahora eran guerrilleros rebeldes) habían huido. El reino terrenal de Judá fue totalmente demolido, pero a través de los profetas Ezequiel y Daniel, que también estaban cautivos, Dios pudo mantener su reino espiritual en los corazones de muchos de los exilados" (Biblia del diario vivir).