Campaña 100 días de avivamiento, día 26.
1 Timoteo 4: 6- 16:
Todos los creyentes somos llamados a ser "buenos ministros de Jesucristo, nutridos con las palabras de la fe y de la buena doctrina" . Como en los días de Pablo y Timoteo, hoy vemos una gran proliferación de doctrinas, creencias y filosofías, que confunden a las personas que no tienen suficiente conocimiento y comprensión de la Biblia. Más que nunca, hoy es necesario que nos preparemos adecuadamente para no ser engañados ni confundidos, y para enseñar a otros las verdades del Evangelio del Señor Jesucristo. Debemos "ejercitarnos para la piedad" (v. 7), practicando los principios cristianos y desarrollando habilidades para el servicio a otros, pero especialmente debemos asumir la gran responsabilidad de ser "ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza" (v. 12). Nuestra vida debe ser nuestro mensaje; un mensaje lo suficientemente contundente como para impactar y atraer a otros hacia Jesús. Para lograrlo debemos ocuparnos "en la lectura, la exhortación y la enseñanza" (v. 13).
"4.4, 5 A diferencia de los falsos maestros, Pablo afirma que todo lo que Dios creó es bueno (véase Génesis 1). Pidamos su bendición sobre sus dones creados que nos dan placer y agradezcamos por ellos. Esto no significa que podemos abusar de lo que Dios ha creado (por ejemplo, el abuso en el comer demasiado da origen a la gula o glotonería, el abuso en el don del amor da origen a la lujuria, y el abuso en el respeto por el don de la vida da origen a los homicidios). En lugar de abusar deberíamos disfrutar estos dones usándolos para servir y para honrar a Dios. ¿Le ha dado gracias a Dios por las cosas buenas que le ha dado? ¿Las usa para su complacencia y la de Dios?
4.7–10 ¿Está usted en buenas condiciones físicas y espirituales? En nuestra sociedad se hace mucho énfasis en la aptitud física, pero la salud espiritual (la santidad) es aun mucho más importante. Nuestra salud física está sujeta a enfermedades y accidentes, pero la fe puede sostenernos en medio de estas tragedias. Al ejercitarnos para ser piadosos, debemos desarrollar nuestra fe usando las habilidades que Dios nos ha dado en el servicio de la iglesia (véase 4.14–16). ¿Está usted desarrollando sus músculos espirituales?
4.10 Cristo es salvador de todos, pero su salvación se hace efectiva sólo en aquellos que confían en Él.
4.12 Timoteo era un pastor joven. Pudo haber sido muy fácil para los cristianos adultos mirarlo con desprecio debido a su juventud. Tenía que ganarse el respeto de sus mayores dando ejemplo en su enseñanza, forma de vivir, amor, fe y pureza. A pesar de su edad, Dios lo puede usar a usted. No importa que sea joven o adulto, no vea su edad como un impedimento. Viva de tal modo que otros pueden ver a Cristo en usted.
4.13 La Escritura que Pablo menciona es en realidad el Antiguo Testamento. Debemos estar seguros de enfatizar la Biblia completa, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamentos. Hay una gran recompensa en estudiar el pueblo, los acontecimientos, las profecías y los principios del Antiguo Testamento.
4.14 La comisión de Timoteo como líder de la iglesia fue confirmada por profecía (véase también 1.18) y por la imposición de manos de los ancianos de la iglesia. Él no se proclamó asimismo como líder. Si usted aspira a ser un líder en la iglesia, busque el consejo de cristianos maduros que lo conozcan bien y a quienes deberá rendir cuenta.4.14, 15 Como un líder joven en una iglesia con muchos problemas, Timoteo debió haberse sentido intimidado. Pero los ancianos y los profetas lo animaron y estimularon al uso de sus dones espirituales en forma responsable. Atletas talentosos y formidables pierden la destreza si sus músculos no se robustecen por el uso constante, de igual manera nosotros perderemos nuestros dones espirituales si no los ponemos a trabajar. Nuestros talentos se perfeccionan por el ejercicio, pero la inactividad puede motivar su pérdida por falta de práctica y nutrición. ¿Qué dones y habilidades le ha dado Dios? Úselos con regularidad en el servicio de Dios y de otros (para más detalles sobre cómo usar bien las habilidades que Dios nos ha dado véase Romanos 12.1–8; 2 Timoteo 1.6–8).
4.16 Sabemos lo importante que es mantener control sobre nuestras vidas. Debemos estar en constante vigilancia para no caer en pecado que nos puede destruir tan fácilmente. También debemos vigilar lo que creemos («la doctrina»). Creencias equivocadas pueden conducirnos fácilmente al pecado y a la herejía. Debemos estar en guardia contra aquellos que quieran persuadirnos que cómo vivimos es más importante que lo que creemos. Debemos mantener la atención en ambas cosas".
(Biblia del diario vivir)