1 Samuel 7:
V. 3: Cuando le hemos fallado al Señor Él nos llama a volvernos a Él de todo corazón, quitar los dioses ajenos (todo lo que no le agrada), preparar nuestro corazón a Él y servirle sólo a Él.
V. 5, 6: Ellos se reunieron para que el profeta orara por ellos y ayunaron. Se arrepintieron, lo que significa cambiar la manera de pensar y de vivir. el versículo 9 dice que El Señor oyó a Samuel cuando clamó por el pueblo. El Señor "tronó" contra sus enemigos y los atemorizó (a los enemigos) y los venció. El arrepentimiento sincero, la oración y el ayuno; son las armas espirituales que nos dan la victoria. El Señor Jesucristo es nuestro "Eben-ezer" (piedra de ayuda).
7.2, 3 Israel lloró y se afligió durante veinte años. El arca fue guardada como se pone una caja sin valor en un ático, y parecía como si el Señor hubiera abandonado a su pueblo. Samuel, ahora adulto, los estimuló para que actuaran diciéndoles que si realmente estaban avergonzados, debían hacer algo al respecto. Cuan fácil es para nosotros quejarnos por nuestros problemas, hasta con Dios, mientras que nos negamos a actuar, a cambiar, y a hacer lo que debemos hacer. Ni siquiera seguimos el consejo que Dios nos ha dado. ¿Ha sentido alguna vez como si Dios lo hubiera abandonado? Revise para ver si hay algo que Él ya le haya dicho que haga. Quizá no reciba nuevas instrucciones hasta que haya actuado conforme a sus instrucciones previas.
7.3 Samuel urgió a los israelitas para que se deshicieran de sus dioses extraños. Hoy día, los ídolos son mucho más sutiles que los dioses de madera y de piedra, pero son igualmente peligrosos. Cualquier cosa que tenga el primer lugar en nuestra vida o que nos controle se convierte en nuestro dios. Dinero, éxito, bienes materiales, orgullo o cualquiera otra cosa puede ser un ídolo si toma el lugar de Dios en nuestras vidas. Sólo Dios merece nuestro culto y adoración, y no debemos permitir que tenga rivales. Si tenemos «dioses extraños» en nuestra vida, necesitamos pedir a Dios que nos ayude a destronarlos, haciendo del verdadero Dios nuestra primera prioridad.
Barton, Dr. Bruce B., Editore, Biblia del Diario Vivir, (Nashville, TN: Editorial Caribe) 2000, c1996.