2 Reyes 13:
"Mas Joacaz oró en presencia de Jehová, y Jehová lo oyó; porque miró la aflicción de Israel, pues el rey de Siria los afligía" (v . 4). Por largo tiempo, Israel había sufrido la derrota ante los sirios, por haber dejado al Señor y desobedecido a su Palabra. Pero El Señor había prometido que si su pueblo se arrepentía y oraba reconociendo su pecado, Él escucharía y respondería: "Si tu pueblo sale a la batalla contra sus enemigos por el camino que los Envíes, y ellos oran a ti en Dirección a esta ciudad que Tú has elegido y a la casa que he edificado a tu nombre, 35 entonces escucha desde los cielos su Oración y su plegaria, y ampara su causa" (2 Crónicas 6: 34, 35), "si se humilla mi pueblo sobre el cual es invocado mi nombre, si oran y buscan mi rostro y se vuelven de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra" (2 Crónicas 7: 14). El Señor siempre cumple sus promesas, es fiel a su Palabra, escucha nuestra oración. Confiemos en Él y clamemos por nuestra vida, por nuestra familia y por nuestra nación; si lo hacemos de corazón, arrepintiéndonos y volviendo a obedecerle, Él oirá y responderá restaurando nuestra tierra.