2 Reyes 12:
Joás comenzó a reinar siendo demasiado joven, a los siete años de edad; pero contó con el consejo, apoyo y dirección del sacerdote Joiada: "Y Joás hizo lo recto ante los ojos de Jehová todo el tiempo que le dirigió el sacerdote Joiada" (v. 2). Cuando elegimos correctamente nuestros consejeros, podremos hacer lo correcto ante El Señor y disfrutar así de Su bendición; como bien lo expresa el Salmo 37: 3- 6: "Confía en Jehová, y haz el bien; Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad. 4 Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón. 5 Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará. 6 Exhibirá tu justicia como la luz, Y tu derecho como el mediodía". Nuestra más segura fuente de consejo indudablemente es la palabra del Señor, y personas que nos aconsejen de acuerdo con los principios eternos que encontramos en ella: "Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; 2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. 3 Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará" (Salo 1: 1-3). La bendita palabra del Señor es la fuente inagotable de agua de vida para nosotros, que nos puede hacer fuertes, saludables y fructíferos en cada área de nuestra vida. Leerla diariamente, estudiarla y ponerla en práctica; como le dijo El Señor a Josué cuando estaba listo a iniciar la conquista de la tierra prometida: "Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien" (Josué 1: 8). Así podemos vivir "a la manera de Dios".