viernes, 27 de abril de 2007

1 Samuel 27:
David tuvo que irse a la tierra de los filisteos, enemigos históricos de Israel. Fue tal el acoso que soportó por parte de Saúl. De la manera menos esperada, en el lugar menos esperado; David encontró un lugar donde refugiarse. Actuó con gran astucia, aprovechando las condiciones de guerra entre Israel y los filisteos. A veces no encontramos salidas, nos sentimos acosados, no sabemos qué hacer. Recordemos que El Señor puede usar lo inesperado para ayudarnos, que no hay nada que sea imposible para Él. Dice la Escritura en romanos 8: 28: "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados". Reina Valera Revisada (1960), (Estados Unidos de América: Sociedades Bíblicas Unidas) 1998. Lo malo, la adversidad, la injusticia; no provienen de Dios. Lo que si hace Él es sacar provecho aún de todo eso para nuestro bien.

27.1–3 Por segunda vez David buscó refugio de Saúl en el territorio filisteo (21.10–15). El que alguna vez fuera el gran conquistador de filisteos, ahora tenía permiso de vivir bajo la protección del rey Aquis de Gat. Antes, David había fingido ser demente delante de este rey. Era evidente de que Aquis había olvidado el incidente o lo pasó por alto a la luz de la actual situación de David. Sin duda, Aquis sabía de la separación entre Saúl y David y se sintió muy contento de proteger al traidor israelita. En respuesta, Aquis esperaba apoyo militar de David y de sus seiscientos hombres. David fortaleció aún más su posición con Aquis al hacerle creer que dirigía redadas sobre Israel y al fingir lealtad al gobernante filisteo.
27.4 Finalmente Saúl dejó de perseguir a David. Su ejército no era lo bastante fuerte para invadir el territorio filisteo solo para buscar a un hombre. Además, la amenaza inminente del trono de Saúl desaparecía mientras David permaneciera fuera del país.
27.5–7 Gat era una de las cinco ciudades capitales de Filistea y Aquis era uno de los cinco gobernantes. Quizás David pensó en dejar esta ciudad real para evitar posibles escaramuzas o ataques a su familia. Además, también pudo haber querido escapar a los escrutinios cerrados de los oficiales filisteos. Aquis permitió que David se trasladara a Siclag, donde vivió hasta la muerte de Saúl (2 Samuel 2.1).
27.8,9 Es probable que David condujera estas redadas al estilo de guerrilla debido a que estas tres tribus se conocían por sus ataques sorpresivos y su trato cruel a la gente inocente. Estas tribus del desierto no solo eran un peligro para los filisteos, sino sobre todo para los israelitas, el pueblo al que algún día David gobernaría.
27.10–12 ¿Actuaba mal David al informar falsamente sus actividades a Aquis? Sin duda David mentía, pero quizás sentía que su estrategia estaba justificada en un tiempo de guerra contra un enemigo pagano. David sabía que algún día sería rey de Israel. Los filisteos seguirían siendo sus enemigos, pero este era un excelente lugar para esconderse de Saúl. Cuando Aquis pidió a David que entrara en guerra contra Israel, David estuvo de acuerdo, fingiendo una vez más lealtad a los filisteos (28.1ss). Si habría peleado o no con el ejército de Saúl, no podemos saberlo, pero sí estamos seguros de que su máxima lealtad era hacia Dios y no hacia Aquis o Saúl.

Barton, Dr. Bruce B., Editore, Biblia del Diario Vivir, (Nashville, TN: Editorial Caribe) 2000, c1996.