1 Samuel 12:
Samuel confrontó al pueblo hablándoles de su desempeño como líder, haciéndoles reconocer ante Dios y su nuevo rey; que nunca les robó, ni los engañó, ni aceptó sobornos. Ellos reconocieron que así había sido (v. 1-5). ¡Cuanta falta nos hace hoy tener esa clase de líderes!; con vidas rectas, integridad, valores y principios. Necesitamos empezar por ser cada uno en nuestros roles de esposos, padres, trabajadores, etc. ; ejemplos de integridad.
También les recordó su historia como pueblo. Dios los sacó de la esclavitud de Egipto por mano de Moisés y Aarón, sin embargo ellos se olvidaron de Él y por eso sufrieron las consecuencias. Fueron dominados por los enemigos y cuando reconocieron su pecado y se volvieron a Él; Dios levantó a los jueces, que fueron líderes que los libraron de esos enemigos y ahora vivían en paz (v. 6-13).
Samuel hizo una solemne declaración: "si obedecen y sirven sólo al Señor Él los bendeciá y ustedes vivirán en paz" (v. 14).
¿Qué debemos hacer?: no apartarnos del Señor sino servirle con todo nuestro corazón (v. 20), no apartarnos en pos de vanidades (lo efímero y temporal v. 21), temer al Señor (respeto por amor y no miedo) y servirle de verdad con todo nuestro corazón (v. 24). El Señor promete no desampararnos porque Él ha querido hacernos pueblo suyo (v. 22).
12.24 Esta es la segunda vez en el discurso de despedida que Samuel recordaba al pueblo que dedicara un tiempo para considerar cuán grandes cosas había hecho Dios por ellos (véase 12.7). Dedicar tiempo para la reflexión nos permite centrar nuestra atención en la bondad de Dios y fortalece nuestra fe. En ocasiones estamos tan orientados hacia el progreso y el futuro que no nos damos el tiempo para reflexionar sobre todo lo que Dios ya hizo. Haga un hábito el recordar lo que Dios ha hecho por usted para que pueda seguir adelante con agradecimiento.
Barton, Dr. Bruce B., Editore, Biblia del Diario Vivir, (Nashville, TN: Editorial Caribe) 2000, c1996.